Pequeño diccionario de ornitología popular

En el habla común de los mexicanos abundan palabras y dichos cuyo significado informal responde a necesidades de afirmación generacional o a propósitos meramente expresivos. Esta terminología, más una especie de argot que una jerga generalizada, se funda en la habilidad, propia de la idiosincrasia mexicana, para la asociación de ideas y la yuxtaposición de imágenes. Una de las áreas cubiertas por esta tendencia es la que emplea referencias zoológicas y, más precisamente, de aves. La función de este “aviario lingüístico” no es, por supuesto, didáctica. Se trata sólo de un repaso por algunos de los ejemplos que, a ojo de pájaro, se antojan los más frecuentes.

ÁGUILA 1. adj. (Del vulg. abusado y éste del part. de aguzar) Ave de cualquier especie que, al requerírsele especial atención a un hecho inminente, experimenta una rara metamorfosis a nivel psicosomático que lo habilita para superar cualquier contingencia y evitar, de paso, que otro más águila se lo coma vivo. || 2. m. Subespecie metálica de la fatalidad cuya caída en picada es temida por todo aquél que pide “sol”.
ARPÍA f. Rapaz de extraordinaria capacidad para sacar provecho de determinada situación con base en su astucia y marrullería. Su población es común en cualquier ecosistema y sus ejemplares, todos pertenecientes al género femenino, se especializan en la caza de machos de otras especies.
AVE DE MAL AGÜERO m. Término científico con el que se denomina a una especie de canora cuyas facultades para anunciar desgracias le han dado fama y un lugar preeminente en la aversión de quienes aún tienen fe en el futuro. Sus principales características son la ubicuidad y el escaso margen de error en sus infaustos pronósticos.
AVE DE PASO m. Ave eminentemente migratoria que mora en lugares diferentes durante cortos períodos. Gracias a su desarrollado sentido de adaptación, no es raro que se le confunda con cualquier otra especie sedentaria. Sin embargo, se sabe que este tipo de camuflaje sólo lo utiliza mientras consume los recursos del ecosistema. Aunque de naturaleza errática y bajo nivel de compromiso, es peligrosamente apta para la procreación.
AVE DE RAPIÑA m. Rapaz de visión aguda, vuelo rápido y garras sumamente largas. Dueña de una astucia alevosa y experimentada, abarca todos los ámbitos amenazando tanto la propiedad privada como los bienes públicos. Omnívora y oportunista, su campo de acción se extiende desde una visita en casa ajena hasta un sexenio entero.
AVE MARIAPURÍSIMA m. Ejemplar único en su especie cuya invocación responde a un hecho alarmante o a una noticia sorpresiva. Anida en el inconsciente colectivo y en el desconcierto de un distinguido sector de la población habituado a las muletillas.
BUITRE m. Rapaz envidioso, perverso y aficionado a la carroña. Los ejemplares de esta especie se mueven en bandadas y se congregan en torno a cualquier desgracia para recrearse en el sufrimiento ajeno, así se trate de uno de sus propios miembros.
CACATÚA f. Trepadora psitaciforme reconocida por su propensión a la oratoria y una longevidad excepcionales. Su empeño en disimular los estragos de la edad la convierten en un ejemplar altamente apreciado por estilistas, cirujanos plásticos y empresas transnacionales de productos cosméticos.
CARDENAL m. Ave de plumaje ostentoso que vive en celibato y es común en todos los continentes. Pese a no tener huevos, ocupa nidos voluminosos y extravagantes. Su sitio eminente en la escala social y un manual de buenas maneras aprendido de memoria lo suponen una referencia moral, no así política.
CHACHALACA f. Gallinácea hasta hace poco tiempo en peligro de extinción pero que hace un tiempo volvió a estar en auge. La vocinglería de estos especímenes produce fastidio o somnolencia, llegando a ser un verdadero atentado contra su propia popularidad.
CHORLITO, Cabeza de m. Limícola de criterio reducido y perfil psicológico homogéneo. La poca voluntad de esta especie para comprender una situación se presenta desde temprana edad y va acentuándose conforme se desarrolla, llegando a alcanzar una sofisticación única en el reino animal. Abunda sobre todo en comités vecinales e instituciones privadas de educación media y superior.
CIGÜEÑA f. Nombre común de ciertas aves dedicadas al tráfico de bebés. Originarias del viejo continente, su forma de vida se encuentra amenazada por el sexo natural, la adopción, la inseminación artificial y los aviones.
COTORRA f. Ave del orden de las psitaciformes con facultades para la habladuría y la tergiversación de los acontecimientos, las cuales se incrementan al contacto con otras de su especie. Sus principales medios de subsistencia son la vida de los demás (verídica o ficticia) y el ejercicio mismo del chisme.
COTORRO adj. (Del vulg. cotorro, gracioso) Aquélla que presenta involuntarias aptitudes para entretener o divertir a los demás. Las aves de esta naturaleza a menudo consiguen lo que para otras es bastante difícil, ya sea un alto rating o la atención fehaciente, aunque transitoria, de las hembras.
CUERVOS OCULÓFAGOS m. (De la exp. Cría cuervos y te sacarán los ojos) Paseriformes canoras cuya esmerada empolladura entraña la ironía de un resultado contraproducente. Apenas alcanzada la madurez, los miembros de esta especie desarrollan un apetito particular por los globos oculares de sus criadores, quienes muchas veces encubren antecedentes similares.
DIVINA GARZA f. Ave zancuda con serios problemas de identidad. Padece un extraño trauma, originado por un súbito evento anecdótico, que le hace concebirse como un ser superior, emparentado con las más encumbradas estirpes celestiales.
FLAMENCO 1. adj. Que echa flamas. || 2. Dícese del ave que reacciona exacerbadamente ante un hecho que atenta contra sus opiniones o la excesiva valoración que tiene de sí misma. La irritabilidad de estas aves se agrava por la acumulación de estrés, las últimas tendencias de la moda y el sobrecalentamiento global.
GALLINA 1. adj. Macho aficionado a comportarse como hembra. || 2. m. Ave cobarde, pusilánime y tímida a la que cualquier riesgo, por muy leve que sea, le resulta la oportunidad idónea para exhibir dichas cualidades.
GALLINITA CIEGA f. Pequeña ave con dificultades para ver. Su padecimiento, recurrente aunque transferible, suele atribuírsele al estudio de la psicología conductual aplicada.
GALLO 1. m. Arrogante ejemplar del orden de las galliformes habituado a imponer su voluntad y a reaccionar violentamente ante el más mínimo percance. || 2. Ave exótica y terapéutica muy presente en las Islas de CU y El Chopo, estimada tanto por artistas incompetentes como por incompetentes a secas. || 3. Avecilla chillona que mora en la joven garganta de los adolescentes y que en el momento menos oportuno –p. ej. un examen oral– asoma alegre y estridentemente. || 4. Pequeño y vistoso espécimen que anida en la coronilla de los desmañanados.
GAVILÁN POLLERO m. Falcónido experto en las artes de la seducción y el hurto, especialmente de pollos (Véase Pollo). Se sabe que merodea cualquier ecosistema. Sin embargo, es difícil de ubicar y más aun de identificar. En fechas recientes, a causa de la gripe aviar, se le invocaba como la gran solución a dicha plaga. Esa creencia vino a menos cuando al difusor, un cabeza de chorlito (Véase Chorlito, cabeza de), le fue arrebatado el pollo (Véase otra vez Pollo) por otro con más pico.
GUAJOLOTA f. Especie endémica de la capital del país que se encuentra en la base de la cadena alimenticia. Abundante y matutina, anida por docenas en mercados populares y cruces de avenidas. Su masiva población es valorada por las masas gracias a la masificación alcanzada por sus dos tipos de masa.
GÜILA 1.  f. Ave, por lo general nocturna, cuya disponibilidad carnal responde al poder adquisitivo de un macho que, atraído por su vistoso plumaje, se le acerca con fines de apareamiento. || 2. Especie de ave silvestre que vive en continuo estado de celo. De naturaleza promiscua y migratoria, es resistente a la domesticación y devoradora de pájaros de cualquier especie.
MAMÁ DE LOS POLLITOS, La f. Gallinácea de naturaleza ambivalente. La primera, que es la predominante, consiste en adoptar una actitud explotadora y arbitraria hacia miembros tanto de otras especies como de la propia. La segunda, que es menos frecuente, simplemente se basa en una sobreprotección constante hacia individuos de menor envergadura.
PÁJARO DE CUENTA m. Ave omnívora de dudosa reputación y por cuyos hábitos, facinerosos y predatorios, es repudiada por el resto de las especies. Su población está bastante difundida a todo lo largo del espectro social, aunque es más fácil encontrarlos en tugurios de mala muerte e instituciones penales.
PÁJARO EN MANO m. Ave de cualquier especie que actúa como usufructo compensatorio para quien no obtiene una ganancia acorde con sus esfuerzos. Por su naturaleza doméstica y popular, nadie es capaz de rechazar uno de estos especímenes a cambio de verse inexorablemente privado de la parvada entera.
PÁJARO NALGÓN m. Dícese de una especie de ave exótica que en sus períodos de celo exhibe un atractivo y/o facultades incomparables pero que, apenas consigue lo que pretende, revela una naturaleza mezquina y deficiente. El adjetivo “nalgón” hace referencia, más que a un rasgo físico, a una postura artificial y pretenciosa.
PÁJAROS ASESINADOS EN PAREJA m. Crimen, tipificado como incidental, cometido por quien, en absoluto apego a la ley del menor esfuerzo, se procura un beneficio inmediato y con los mínimos elementos posibles, trátese del uso de un arma de fuego o de una piedra a modo.
PÁJAROS EN EL ALAMBRE m. Conjunto de paseriformes especialistas en actividades de espionaje. Ubicuas y numerosas, todo lo que se sabe sobre ellas proviene de fuentes que no nos es permitido mencionar aquí, ya que se trata de información confidencial que, de darse a conocer, podría ser usada en detrimento de la democracia, la libertad de expresión y el estado de derecho.
PALOMA CUCURRUCUCÚ f. Columbiforme triste que muy de mañana acude a la casita sola de un fulano víctima de una pasión mortal a causa de una fulana innominada. Júrase que esa paloma no es otra cosa sino el alma del primero, quien todavía, en pleno siglo XXI, espera a que regrese la desdichada.
PATO 1. m. Palmípeda de pocas luces y sin gracia que es regularmente víctima de otras aves que se sienten la mamá de los pollitos (Véase Mamá de los pollitos, La). || 2. Individuo de cualquier especie que, ante una contingencia que exige su acción u opinión expeditas, opta por asumir una actitud medrosa y/o desinformada.
PERICO, PERICAZO m. (Del o-sea date y el va-que-va un tren) Especie albina muy presente en raves, fiestas privadas, antros bien y barrios de mala fama. Aunque las autoridades afirman que se le ha ido eliminando, se sabe que su difusión alcanza el mismo seno del aparato gubernamental.
POLLITO (Echarse un) 1. tr. Ajuste de cuentas entre aves de un mismo ecosistema. || 2. Interactuar íntimamente con otro sirviéndose de las aptitudes físicas correspondientes y sin fines reproductivos. La fenomenología de esta actividad, eminentemente recreativa, puede resumirse en Gorjeo, Picoteo, Aleteo, Regurgitación, Desplumadura y Vuelo rápido.
POLLO m. Llámese al plumífero de cualquier sexo con quien se comparten los púberes placeres del descubrimiento carnal, mientras se le mantiene convencido de la existencia de un vínculo emocional que, por mucho, alcanza los dos meses.
TECOLOTE 1. m. Estrigiforme diuturna cuyos hábitos principales –camuflados bajo la forma de protección vehicular– son la diaria ingestión de guajolotas (Véase Guajolota) y la caza de automovilistas despistados, de quienes obtiene los recursos para granjearse lo primero y la estimulación necesaria para insistir en lo segundo. || 2. Rapaz nocturna y suburbana cuyo canto es la presunta causa principal de decesos indígenas.
TÓRTOLOS m. Aves del orden de las columbiformes que viven en permanente estado de celo. Monógamas y fantasiosas, son comunes en parques, cines y hoteles de paso. Su afiebrado comportamiento las hace especialmente inmunes a la opinión pública, los cambios climáticos y el sentido común. 
URRACA f. Ave de carácter inestable y con aptitudes para el fastidio auditivo de quienes la rodean. Dueñas de una fealdad memorable, acostumbran devorar yernos y arruinar cualquier situación con su canto disonante y quejumbroso. Son inoportunas, insidiosas y, al parecer, inmortales. Lo peor es cuando aprender a hablar.